¿Aprovechas todos los instrumentos de financiación pública a la innovación?

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El sistema español de Innovación permite combinar hasta cuatro instrumentos de financiación directa e indirecta para que las empresas que desarrollan proyectos puedan recuperar parte de la inversión realizada en las fases de investigación, desarrollo y prueba, e incluso en la etapa de la industrialización final de los procesos.

A continuación, pasa a describirse brevemente el fundamento de cada uno de ellos de acuerdo con la temporalidad en la que deben solicitarse:

  • Ayudas directas. Los organismos gestores de fondos a nivel autonómico, nacional, europeo o internacional tienen una amplia cartera de programas para financiar actuaciones de investigación y desarrollo (tanto a nivel de proyectos como de contratación de personal), innovación y/o inversión industrial. Las ayudas pueden revestir forma de subvención a fondo perdido, de créditos blandos (incluso al 0%) o una combinación de ambos.

Salvo excepciones, la gran mayoría de los programas requiere que la solicitud de la ayuda se realice antes del inicio de las actuaciones, lo que requiere un profundo conocimiento de los programas, de los procedimientos de solicitud y justificación y de otros aspectos que afectan a su tramitación (avales, mínimis, porcentaje de gastos por partidas, procedimiento de evaluación,…)  para actuar con anticipación sin dejar escapar oportunidades.

  • Bonificaciones en cuotas a la Seguridad Social. Este incentivo permite reducir los costes empresariales directos relacionados con el personal que se dedica en exclusiva a actividades de I+D+i mediante una reducción en la cuota empresarial de la Seguridad Social del 40% en el epígrafe de Contingencias Comunes.

Este incentivo tiene un impacto inmediato en la cuenta de pérdidas y ganancias de las compañías ya que en cuanto se solicita la bonificación en el sistema RED de la Tesorería General de la Seguridad Social, la reducción del pago de cuotas es automático.

  • Deducción por actividades de I+D+I. Una vez finalizado cada uno de los ejercicios fiscales, esta deducción permite reducir el pago del Impuesto Sobre Sociedades entre un 12 y un 42% de los gastos en los que se haya incurrido ya para llevar a cabo los proyectos de I+D (productos/procesos/tecnologías/sistemas que trascienden el estado del arte) y/o de Innovación Tecnológica (proyectos que implican una novedad sólo a nivel de la compañía que los ejecuta).

En caso de que las compañías con una actividad recurrente en I+D+i tengan resultados negativos y no paguen Impuesto sobre Sociedades, o bien no tengan cuota suficiente para aplicar (dentro de los límites establecidos) las deducciones fiscales por actividades de I+D+I, la normativa fiscal permite monetizar el 80% de la deducción que se genera en cada ejercicio fiscal a través de dos mecanismos: la solicitud de la devolución del importe (cash-back) o la aplicación sin límite de la deducción.

La deducción fiscal por actividades de I+D+i resulta compatible con las bonificaciones en cuotas a la seguridad Social para aquellas empresas que disponen del Sello de Pyme Innovadora. Para el resto de las empresas, será necesario hacer un profundo análisis de su situación financiera y de su estructura de costes de I+D para determinar qué opción es más adecuada.

  • Patent Box. Y por último, una vez que el proyecto de I+D se materializa en una patente, un modelo de utilidad o en el registro de un software o un diseño y se procede a la cesión del derecho de uso o incluso a la transmisión a un tercero del activo intangible generado, se completa el ciclo de financiación, gracias a la tributación reducida de aquellos ingresos directos que proceden de la cesión o transmisión. La reducción real en el pago del Impuesto sobre Sociedades puede llegar al 15% de los ingresos recibidos.

La optimización del uso combinado de todos estos estos instrumentos requiere una actualización permanente de programas, procedimientos, normativa o doctrina administrativa para maximizar las tasas de retorno de la inversión, así como de una dedicación de recursos para la gestión técnico-administrativa de los mismos, por lo que es recomendable contar con el apoyo de consultoras especializadas en la materia.

Mana Pérez Jilarte es Magister en Euro-Funding. Es Ingeniero Industrial y desde el año 2003 asesora a entidades de diferentes sectores y tamaños en el desarrollo y ejecución de estrategias de financiación directa e indirecta a nivel autonómico, nacional y europeo en el ámbito de la Innovación, la Eficiencia Energética y la Sostenibilidad.

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